Iyengar Yoga o Yoga del Alineamiento

Iyengar-Yoga

El Iyengar yoga o yoga de alineamiento debe su nombre a su creador Bellur Krishnamachar Sundararaja Iyengar. Es uno de los maestros de yoga más conocidos y que más ha contribuido a la difusión de esta práctica en Occidente.

Tuvo una infancia difícil, marcada por el padecimiento de múltiples enfermedades como el tifus, la tuberculosis, la malaria o síntomas claros de malnutrición. A los 15 años comenzó a practicar yoga con las enseñanzas de su cuñado, el conocido Sri Tirumalai Krishnamacharyay, y su salud mejoró de forma considerable.

Con 18 años empezó a impartir clases de yoga y desarrolló un estilo propio al que llamó Iyengar yoga, una variedad del Hatha yoga, de la que fue profesor junto con sus hijos Geeta y Prashant en el Ramamani Iyengar Memorial Yoga Institute en Pune (India) hasta el día de su muerte. Desde entonces su método se enseña en casi todo el mundo.

B.K.S. Iyengar ha escrito 14 obras. A través de su libro La luz del yoga, también llamado “La Biblia del yoga” muestra su método y la realización correcta de algunas asanas junto con algunas recomendaciones y contraindicaciones.

¿Qué es el Iyengar Yoga?

Como hemos mencionado, este tipo de yoga está basado en las enseñanzas de B.K.S. Iyengar y persigue mejorar la salud de todo aquel que lo practique, a través de la alineación y la postura correcta del cuerpo. Las diferentes asanas se introducen en el alumno de forma progresiva para que pueda asimilarlas y perfeccionarlas.

Por lo tanto, su objetivo no es la transición de una postura a otra ni realizar muchas asanas diferentes, sino la postura en sí, prestando atención a cada detalle. Por ello, es mucho más pausado que otros tipos de yoga. Es perfecto para ti si buscas relajarte y liberar tensiones.

Los profesores de yoga Iyengar deben contar con una buena formación y preparación, pues una clase de este tipo es muy exigente y precisa. Sus numerosos títulos y años de preparación están avalados por la Asociación española de yoga Iyengar; por ello, solo unos pocos profesionales están autorizados para impartir estas clases. En ellas se corrigen los errores de ejecución y de alineamiento que comenten los alumnos.

Además, esta práctica se utiliza con fines terapéuticos, por lo que los instructores también cuentan con conocimientos de anatomía. Las clases de Iyengar yoga se pueden adaptar a cada tipo de persona y a sus necesidades, para tratar diferentes dolencias.

En el Iyengar encontramos los 8 pilares descritos por Patañjali en su libro titulado los Yogas sutras. Son las bases fundamentales a la hora de lograr el bienestar y la unión de cuerpo, mente y alma. Estos son los pilares para alcanzar este objetivo:

  1. Asana: posturas.
  2. Pranayama: respiración.
  3. Pratyahara: el control de los sentidos o la capacidad de cerrarlos a estímulos externos.
  4. Yama: son las reglas éticas para la sociedad.
  5. Niyama: las normas básicas de conducta personales.
  6. Dharana: estado supremo de concentración.
  7. Dyana: meditación.
  8. Samadhi: estado superior de consciencia.

Beneficios del Yoga de Iyengar

El yoga Iyengar comparte con otros tipos de yoga muchos de sus beneficios, como es la perfecta integración entre cuerpo, mente y espíritu. Sin embargo, cuenta con algunas características que lo convierten en una disciplina única.

Lograr la perfección en el desarrollo de las asanas requiere una dosis elevada de concentración, a la vez que se controla la respiración. Por lo tanto, para que el alumno descubra su propio potencial y llegue a dominar una determinada postura, esta se prolonga mucho más tiempo y se avanza a la siguiente de forma progresiva.

Se trata de un yoga estático que presta mucha atención a la meditación y al control del pranayama. De este modo, mantiene la mente sana y la estabiliza. En poco tiempo podemos beneficiarnos de las virtudes del Iyengar yoga, que son las siguientes:

  • Se logra una mayor flexibilidad, de manera gradual.
  • Tonifica los músculos e incrementa la fuerza corporal para reducir el riesgo de sufrir tensiones y contracturas.
  • Mejora la postura para evitar dolencias de diversa índole.
  • Alivia dolores de espalda, cuello y articulaciones.
  • Optimiza el funcionamiento del sistema circulatorio.
  • Reduce el estrés y la ansiedad, gracias a que enfocamos nuestra atención a la correcta realización de las asanas, dejando de lado otras preocupaciones.
  • Mejora la respiración.
  • Protege contra algunas enfermedades.

¿Cómo practicar el Yoga de Iyengar?

El método Iyengar pone especial énfasis en la realización de las asanas y en la correcta postura del cuerpo. Además, va dirigido a personas de todas las edades y condición física, con la intención de que alcancen el bienestar físico y mental, y de que puedan disfrutar de un mejor estado de salud.

En una sesión de yoga Iyengar nos enfocamos sobre todo en la alineación, la duración y la secuencia en la que se realizan estas asanas; ya que, como hemos dicho, son partes fundamentales que diferencian este tipo de yoga de otros.

Por lo tanto, las cuatro características más importantes de esta práctica son:

Intensidad de la postura o duración

La intensidad con la que se realizan las asanas en este tipo de yoga exige que el alumno se entregue al 100 %, tanto física como mentalmente, pues se necesita concentración y constancia para llegar a dominar todas las posturas.

Sin embargo, intensidad no hace referencia a un esfuerzo desmesurado o a la agresividad para realizar los movimientos. Tiene que ver más bien con la duración, es decir, la permanencia en la postura hasta que se consiga un alineamiento perfecto de cada parte del cuerpo: caderas, piernas, pies, columna vertebral, hombros, etc. Todo esto es lo que lo convierte en un ejercicio muy exigente.

Los efectos en el cuerpo que conlleva la realización de cada asana no son inmediatos. Se puede ver la evolución con el tiempo y la constancia en cada persona. Sin embargo, debemos dejar pasar un tiempo para que la postura madure y que los beneficios sean asumidos por todos los órganos.

Técnica de la Asana

Se requiere que las posturas se realicen de una forma muy precisa y con exactitud para que todo el cuerpo esté en consonancia y no se produzcan lesiones. Por lo tanto, la calidad de las asanas siempre prima sobre la cantidad.

Además, se debe buscar el equilibro con las técnicas de respiración. Si el cuerpo está bien alineado —dentro de las limitaciones de cada alumno—, todo en organismo logrará funcionar de forma correcta.

Orden de las Posturas

El practicante de yoga Iyengar debe tener en mente que no solo es importante realizar las posturas a la perfección y durante un cierto periodo de tiempo. Otro factor crucial aquí es la secuencia, es decir, las posturas siempre tienen un orden sistemático.

No se pueden hacer las posturas de cualquier manera, una postura sigue a otra casi siempre. Sin embargo, la secuencia no es algo sagrado que no permita modificación alguna. Según el propósito de la clase se pueden dar variaciones. Cada secuencia estará indicada para un tipo concreto de alumno, con sus limitación o nivel de experiencia.

Por lo tanto, el orden en el que se realizan las asanas tiene diferentes efectos en el organismo. Algunas secuencias se utilizan para desarrollar la flexibilidad, la fuerza, o la resistencia; mientras que otras se centran en la relajación.

Por ejemplo, las posturas invertidas, como el Virsanasa, son recuperadoras y generan sensación de vitalidad; las que se realizan de pie son energéticas; las extensiones, como el Dhanurasanalas o postura del arco, son activadoras, las flexiones son relajantes, etc.

Claro que cada secuencia también cuenta con contraindicaciones, por lo que no son adecuadas para todo el mundo. Deberás explicar tu caso al profesor antes de la páctica de yoga.

Uso de Bloques y Soportes

Para ayudar al correcto alineamiento del cuerpo y también para personas con limitaciones físicas, el yoga Iyengar hace uso de algunos soportes, como sillas, cinturones, bloques de madera o mantas, entre otros.

Dado que las posturas se deben mantener durante unos 4 o 5 minutos, con la ayuda de los soportes se puede adaptar la práctica a todo tipo de alumnos. Por ello, este tipo de yoga se hace accesible a personas que tengan cualquier tipo de discapacidad.

Pero estos objetos no solo cumplen la función de servir de apoyo durante la práctica de las asanas, sino que también sirven para intensificar la postura y, de este modo, aprovechar mejor todos sus beneficios.

Video sobre una clase de Iyengar Yoga

Si quieres tener una idea más clara sobre cómo se lleva a cabo una clase de yoga Iyengar, no te pierdas el siguiente video:

Como has podido comprobar, el yoga Iyengar es sinónimo de meticulosidad y exactitud. Por lo tanto, lo ideal es practicar este ejercicio bajo la supervisión de un experto que pueda darte recomendaciones sobre cómo mejorar tu postura y realizar bien los ejercicios. Ya que si intentas llevar a cabo esta práctica por tu cuenta, puedes llegar a sufrir algún tipo de lesión.

Asimismo, es aconsejable que consultes con tu médico, si sufres algún tipo de problema de salud, antes de realizar estos ejercicios.


¿Conocías este tipo de yoga? Déjanos tu comentario abajo y cuéntanos tu experiencia.