Vida Minimalista | Todo Lo Que Necesitas Saber Sobre El Minimalismo

vida-minimalista

Tú también puedes tener un estilo de vida minimalista.

Si yo pude, tú ¡también!

El minimalismo ahora parece que esté incluso de moda pero, si crees que tener un estilo de vida minimalista se trata de tirar la mayoría de tus objetos, ser pobre o incluso, pasar hambre, estás equivocado.

Ser minimalista no tiene nada que ver con eso.

El minimalismo es más bien una filosofía, es una forma de entender la vida y de valorar todo aquello que nos rodea.

Ser minimalista es un estilo de vida es, una forma de pensar.

Mi primer contacto con el minimalismo (aunque de manera inconsciente) fue cuando en 2016 me fui a vivir a Inglaterra con María, como otros muchos, nosotros fuimos para aprender inglés.

Como al principio no sabíamos muy bien por cuanto tiempo nos íbamos a quedar, no queriamos llevar demasiados «chismes» ya que íbamos a compartir piso con más gente y además, íbamos a vivir juntos por primera vez, así que el espacio en la habitación iba a ser compartido por dos.

Una semana antes de coger el vuelo, metí en una caja de 30kg lo más “importante” que tenía.

Lo que aprendí de aquella experiencia fue:

  • Tenía infinidad de cosas, muchas más cosas de las que cabían en una caja de 30kg y una maleta de mano de ryannair.
  • Quería llevarme todo. No sabía diferenciar entre lo que realmente necesitaba y lo que no.
  • Me mandé cosas en la caja que nunca usé y por el contrario, hubo otras muchas cosas que no metí y si necesitaba.
  • Cuando volvía de vacaciones a casa de mis padres, a mi antigua habitación, había pertenencias mías que había olvidado que tenía (entonces, ¿Por qué las compré?).

Mi primera lección minimalista me explotó en la cara, ¿De verdad tenía tantas cosas y no era consciente de ellas?

¿Quieres saber más sobre qué es y cómo tener una vida minimalista? Pues ¡vamos!

¿Qué es el minimalismo?

El minimalismo es una tendencia tanto estética como intelectual que busca lo esencial en las cosas eliminando lo superfluo.

En otras palabras, el minimalismo trata de centrarse en  reducir todo aquello que no aporte valor a tu vida.

El minimalismo no se centra sólo en eliminar las cosas materiales y vivir con muy pocos objetos, además, este estilo de vida trata de identificar todas aquellas cosas que nos aportan felicidad a nuestra vida y de deshacernos de aquello que no.

El minimalismo, se puede aplicar (y se debe aplicar) a otros aspectos de la vida y no tan sólo a cosas materiales.

Cualquier cosa que ocupe un espacio ya sea físico, como mental, puede ser visto desde el punto de vista del minimalismo.

Estilo de vida minimalista

Cómo el minimalismo busca que todo lo que te rodea te haga lo más feliz y te aporte el máximo valor posible, todo puede ser “minimalizado”.

Vamos a ver los distintos tipos de minimalismo o cómo aplicar esta filosofía a todos los ámbitos de nuestra vida:

  • Minimalismo personal: Todo lo relacionado con las pertenencias que poseemos.
  • Minimalismo social: Las relaciones sociales que tenemos con el resto de personas que nos rodean.
  • Minimalismo profesional: Cómo te ganas la vida.
  • Minimalismo espiritual: Cuáles son tus objetivos en la vida, tus sueños.
  • Minimalismo económico: Hazte rico gastando menos y mejor.

Vamos a ver como “minimalizar” cada uno de los aspectos anteriores y vivir más feliz simplificando cada aspecto de tu vida.

Minimalismo Personal

Este punto hace referencia a todo lo relacionado con las pertenencias que poseemos.

El típico cliché de no dejes que las cosas que posees te posean a ti se convierte en una realidad.

Hoy en día vivimos en una espiral de consumismo en la que parece que todos estamos participando en una carrera contrarreloj de ver quien tiene más cosas y quien es el primero en tenerlo todo.

Pero, lo peor de esta carrera es que parece que no hay un final.

La meta nunca llega y cuando te compras el nuevo móvil que acaba de salir al mercado, la adrenalina que experimentas sólo te dura un par de horas, o un par de días en el mejor de los casos.

Cuando se pasé esa euforia consumista, tu carrera comienza de nuevo.

Una carrera a por otra cosa más que, probablemente no necesites y que probablemente tu asesor económico (contando que tuvieses uno y que fuera bueno) no te recomendaría comprar.

Esto es algo que te cuento ahora pero, yo hace no mucho también estaba metido en esa carrera y he de decir que mi experiencia empaquetando la caja de 30kg ayudó, y mucho.

Por eso, para que tomes conciencia de la cantidad de cosas que posees y que no usas, te propongo un reto.

¿Te apuntas?

¡Vamos!

El reto de la caja

¿Preparado para hacer la mudanza?

¡¡Qué!!

Espera, espera, que te cuento, ya verás cómo tiene sentido.

Bueno pues el reto de la caja consiste en eso, simular una mudanza.

Primero, vas a necesitar:

  • Cajas de cartón. Vete a la panadería o tienda más cercana y pídeles que te guarden unas cajas, que no las tiren, que las necesitas para empaquetar unas cosas.
  • Un rotulador.
  • Unos folios.

Primero empieza empaquetando todo lo que tengas en cajas y ponles una etiqueta para saber lo que vas a poner dentro.

Cuando digo todo es TODO.

Ropa, libros, sábanas, cepillo de dientes, platos de la cocina, cucharas (¿cucharas?, sí, también las cucharas)

En fin, empaqueta todo absolutamente. A los muebles más grandes ponles un folio encima con el nombre del mueble. Por ejemplo, pon un folio encima del sofá que ponga “sofá”.

La idea es la de simplificar tu vida al extremo y ver o descubrir más bien, que cosas son las que usas en tú día a día y cuáles no.

Durante los siguientes 30 días deberás ir sacando de sus respectivas cajas aquellos objetos que necesites.

Por ejemplo, el día que empieces el reto, estoy seguro que por la noche antes de ir a la cama necesitarás ir a la caja dónde has guardado todas las cosas del baño y coger tu cepillo de dientes.

Simplifica tu vida al extremo con el RETO DE LA CAJA

Este ejercicio tan sencillo te va a “abrir los ojos” y te ayudará a elegir entre los objetos que creías que te valían para algo y entre los que realmente te aportan algo.

Es una forma fácil de empezar a vivir con menos cosas.

Probablemente entre un 50% o un 80% de tus cosas seguirán dentro de las cajas al final del reto. Este porcentaje dependerá mucho de cómo de minimalista seas ya pero, lo que sí que es seguro es que te ayudará a comenzar con nuevo estilo de vida.

Minimalismo Social

Este apartado engloba todo lo relaciona con las relaciones con otras personas.

Volviendo al significado del minimalismo, buscar el máximo valor a las cosas, las relaciones sociales también pueden ser “minimalizadas”

¿Cuántas veces has sentido que la relación que tenías con un amigo, compañero de trabajo o incluso familiar ha cambiado?

Las personas cambian, nuestros gustos y nuestras aspiraciones  evolucionan y por supuesto, cada persona evoluciona diferente.

Además de que muchas de las relaciones que construimos están basadas en la conveniencia, por ejemplo, creamos conexiones con compañeros de trabajo simplemente por trabajar juntos aún cuando estas conexiones no nos aportan ningún valor a nuestras vidas.

De sobra es sabido que el ser humano es reacio a los cambios y por eso es más fácil mantener viejas relaciones que aceptar que necesitamos nuevos amigos.

Es mejor tener menos amigos pero de mucho valor que tener 500 amigos en el Facebook con los que nunca hablamos. Más conexiones con personas no es sinónimo de tener más amigos valiosos.

Los cambios son buenos.

Identifica las personas que no aportan nada en tu vida y siéntate a hablar con ellas.

No termines una relación porque creas que esa persona no te aporta nada, tal vez esa persona piense lo mismo de ti y los dos estéis esperando más el uno del otro.

Coméntale a la persona lo que te gustaría recibir de ella, que esperas obtener de valor de esa relación y cómo te gustaría obtenerlo.

Pregunta a la otra persona cómo tú podrías ser de más valor en su vida, escucha y actúa. Recuerda, esto es cosa de dos.

Si ves que es imposible cambiar la relación, termínala. Esto no es fácil pero la máxima que debe regir en tu nuevo estilo de vida minimalista es la de maximizar el valor de todo en tu vida y, las relaciones sociales son una parte importante de nuestras vidas.

Amigos, familiares, compañeros de trabajo, pareja, conocidos, etc. Todas las relaciones son “minimizables” porque en el minimalismo, menos es más.

Quédate sólo con las personas que te hagan mejor persona,  con las personas en las que puedas confiar, en las que puedas apoyarte y en las que te gustaría apoyar el resto de tu vida, quédate con aquellas personas que compartan tus valores y deshecha aquellas que no.

No te preocupes si reduces tu círculo de amistad drásticamente ahora, te toca conocer gente nueva, gente con la que compartir una nueva amistad.

Ahora tienes tiempo para emplearlo con la gente que de verdad te aporte valor a tu vida.

Minimalismo Profesional

¿Qué te apasiona?

Difícil de responder, ¿verdad?

¿A qué te dedicas?

Eso probablemente me lo puedas responder más rápidamente.

Un error gravísimo que cometemos continuamente es el de pasar la mayor parte de nuestra vida trabajando en cosas que no nos apasionan.

Si tu trabajo te apasiona, ¡enhorabuena!

Si no te apasiona, ya puedes empezar a pensar en dejarlo por otro que te apasione de verdad.

El minimalismo profesional trata de todo lo relacionado con el ámbito laboral y de cómo aprovechar al máximo cada segundo en él.

Para entender este apartado, tenemos que entender el trabajo como aquella actividad que desarrollamos para poder vivir, es decir, trabajamos para recibir un sueldo a cambio y poder hacer con él lo que nos apetezca en la vida.

Por tanto, podríamos decir que, todo el tiempo que empleemos en desarrollar nuestro trabajo es “tiempo perdido” de hacer lo que de verdad nos apasiona.

El minimalismo en el trabajo trata de buscar la máxima productividad en el mínimo tiempo posible.

3 técnicas que te ayudarán a reducir las horas de trabajo y cobrar lo mismo

Sólo necesitas llevar a cabo 3 sencillas técnicas que te permitirán reducir el tiempo que pasas en el trabajo y poder disfrutar de tu vida.

Mata los tiempos muertos, automatiza e innova.

Estas técnicas valen para cualquier tipo de trabajador, cualquier tipo de trabajo y para cualquier tipo de persona.

Ahora vamos a ver cómo aplicarlas:

Matar los tiempos muertos

Reduce al máximo cualquier cosa que no sea estrictamente necesaria para lograr nuestro objetivo.

Vamos con unos ejemplos que se entenderán mejor.

Si la actividad a la que te dedicas no te permite desarrollar tu trabajo desde casa trata de reducir al máximo el tiempo que empleas para llegar hasta tu puesto de trabajo.

Si puedes, múdate en frente de la puerta de tu trabajo. Piensa en las horas que pasas en el coche o en el transporte público. ¿Te merece la pena hacer ese recorrido dos veces al día? ¿Qué podrías hacer durante ese tiempo?

Si no puedes mudarte, trata de trabajar más horas pero menos días. ¿Podrías trabajar 4 días en lugar de 5? ¿3 en lugar de 4?

Si trabajas desde casa o trabajas por objetivos, es decir, no tienes que cumplir cierto número de horas a la semana, trata de condensar tu trabajo al máximo.

Céntrate en una tarea en concreto cada vez y ponte un objetivo de tiempo. Aíslate lo máximo posible de las distracciones y ten preparado todo lo que vas a necesitar para desarrollar esa tarea antes de ponerte con ella.

Automatización

Trabajar menos no significa ser más vagos. Igual que trabajar más no significa ser más eficiente si no todo lo contrario.

En cada sector hay procesos que pueden ser automatizados o mejorados por otras herramientas o programas, no importa el tipo de trabajo que desarrolles, incluso si es un trabajo físico como ser albañil o requiere de tu presencia constante como la de un profesor.

Siempre hay procesos que puedas automatizar o delegar.

Siempre existirán procesos que se puedan realizar de forma más automática o que requieran menos de tu presencia que, podrás emplear para desarrollar otras labores que te enriquezcan más o te apasionen más.

La automatización es una técnica importantísima en el minimalismo profesional y deberías empezar a usarla ya!

Innovación

¿Serías capaz de reducir tu jornada laboral a 30 horas a la semana con un poco más de planificación?

Rompe las reglas, haz las cosas de otra forma, rompe la norma, se tú quien proponga mejoras para ahorrar tiempo de trabajo.

Pregúntate ¿Puedo cambiar la forma en la que hacemos las cosas? ¿Cómo lo hacen en otros sitios? ¿Cómo lo hacen en otros sectores? ¿Puedo aplicar alguna de esas técnicas a mi ámbito de trabajo y forma de trabajar?

 

Todas estas técnicas te harán ser dueño de tu tiempo y te permitirán administrarlo de la mejor forma posible.

Sé que pensarás que en tu caso es imposible, que tu jefe no te dejaría, que por el tipo de trabajo que tu realizas no puedes llevar a cabo ninguna de estas técnicas pero, yo te pregunto:

¿Has hablado con tu jefe ya y te ha negado todas y cada una de tus propuestas?

¿Has intentado aplicar todo lo anterior pero aún así tu tipo de trabajo no te permite reducir ni un minuto?

¿Has analizado todos los aspectos que podrías cambiar y aún así no eres capaz de “recortar” tiempo?

Entonces no estás en el mejor trabajo del mundo, empieza a echar CVs , ¡necesitas un cambio!

Minimalismo Económico

Trata sobre todo lo relacionado con aprovechar al máximo nuestro dinero y lo que hacemos con él.

El minimalismo económico no sólo trata de ahorrar al máximo o comprar todo lo más barato posible, ni mucho menos.

En el minimalismo económico se trata de comprar de una forma consciente.

Creo que ya lo he dicho como un millón de veces en este artículo, pero el minimalismo en sí, trata de extraer el máximo valor a las cosas por lo que el término barato o caro, carece de sentido aquí.

La diferencia entre buscar la ganga o comprar de manera consciente radica en que en la primera sólo usamos el precio cómo elemento de comparación y en el segundo incluimos otros elementos de valor a la toma de decisión.

No te preocupes si te “suena a chino” ya verás cómo es algo súper sencillo y estoy seguro de que ya compras de manera consciente en tu día a día.

Te voy a poner un ejemplo personal.

Hace no mucho, ya estando en Inglaterra, que me entró la vena lectora y empecé a comprarme mis primeros libros.

Libros que me gustaban un montón, libros que he disfrutado, releído, subrayado, anotado, leídos del derecho y del revés.

Todo iba bien hasta que María y yo decidimos viajar por el mundo y hacer voluntariado.

Ahí me di cuenta de que tenía un problema con los libros. No tenía demasiados pero aún así estaba claro que no iba a llevarlos en mi mochila de 50L. ¿Qué podía hacer?

 ¿Me compraba un ebook?

O por el contrario ¿seguía comprando libros físicos y durante nuestro viaje me limitaba a leer libros que encontrase por los hostales o lugares dónde durmiéramos?

Quería seguir leyendo y necesitaba optimizar el espacio pero comprarme un ebook era ir en contra de mis principios, era otro chisme electrónico que no tenía muy claro si necesitaba o era un capricho.

Cogí un folio e hice mi análisis de pros y contras:

Pros de comprarme un ebook:

  • Ahorro de espacio.
  • Poder tener todos mis libros en un mismo sitio.
  • Comprar libros electrónicos suele ser más económico.

Contras de comprarme un ebook:

  • Impacto ecológico, contaminación y todos los problemas derivados de la fabricación del ebook.
  • Me gusta más leer un libro físico que digital, por el hecho de anotar, subrayar, etc.
  • Vida útil de un aparato electrónico es menor que un libro en sí que puede durar siglos.

Tras hacer el análisis, uno de los elementos que más importancia le daba yo era al tema ecológico. Quería que mi huella ecológica fuera la menor posible y comprarme el ebook no parecía ser la mejor opción.

Entonces pensé que fabricar, imprimir y mandar los libros físicos que había comprado también tenía una huella ecológica importante y, si seguía comprando más libros, mi huella sería mayor.

Desde el punto de vista minimalista, no quería tener 100 de libros cogiendo polvo en mis estanterías, tengo un tiempo limitado y no voy a leer todos mis libros una y otra vez todos los días de mi vida.

Entonces, parecía que el ebook empezaba a ganar puntos sobre el libro físico, está bien, me compro un ebook.

Pero ¿había algo que yo pudiera hacer para reducir aún más mi huella ecológica?

¿me lo compro nuevo o de segunda mano?

Al final, acabé comprando un ebook del año 2011 (lo compré en 2018), por 30€, en muy buenas condiciones.

En este ejemplo te muestro como para mi pagar 30€ por un ebook de segunda mano me pareció un chollazo mientras que a otras personas les parecería una tontería cuando por 60€ puedes tener el último modelo del 2018 nuevo.

Para mí, la huella ecológica era un aspecto importante en mi compra y saber que estaba dando una segunda vida a un objeto con el que no me sentía cómodo comprándolo nuevo, añadió un valor incalculable al producto, hubiese pagado incluso más.

En el minimalismo económico debemos analizar cada compra desde un punto de vista más allá del precio y modas.

Si te compras una cosa de 100€ que te va a durar para siempre es mucho más inteligente que comprar la misma cosa por 5€ cada año. Y si puedes comprártela de segunda mano, su precio será entre un 50% y un 70% más barato.

Tenemos que sacar el máximo partido a cada euro que gastemos y tratar de que la inversión sea lo más rentable en el tiempo.


Ponte a Prueba

Coméntanos tu experiencia acerca del minimalismo. ¿Ya vives una vida minimalista?

¿Qué ha sido lo más difícil para ti? ¿Qué ha sido lo más gratificante de tu nueva vida minimalista?

Déjanos tus comentarios aquí abajo, los leemos todos!


 

Profesor titulado en Hatha Yoga por Yoga Alliance. Siempre tuve un yogui dentro de mi pero, no fue hasta que descubrí el Yoga que me di cuenta de que todos en la vida tenemos un propósito, estamos aquí por algo. Ahora vivo la vida que realmente quiero. LIFE IS BEAUTIFUL!